quarta-feira, 23 de janeiro de 2013

No ar, nunca encontrarás



 







































 

  

 




















































































stranger in a strange land: "bem-vindo a sua morte".


Um comentário:

  1. Interceptado el paso, yendo por la nochecita que pareciera avanzar hacia una lumbre -ya- de la mañana. Nochecita esa nube que pasó la tarde encima de nuestras cabezas pronta a recubrirlo todo, nube tu pensamiento -¿nube tu pensamiento?, la mañana.

    De ninguna parte, de ninguna vida,no procedes de ninguna vida. De ninguna parte el hombre se pone de viaje.

    Cubierto las ovaciones de la noche, por ofrecerlas a Eleusis te vuelves, vuelves al umbral del templo, juegas a ser ellas, juegas con ellas, hagan sus apuestas, en cuclillas, sentados, apuesten echados en el umbral del templo.

    Imágenes del hombre que se recibe de intemperie, al que desde la hora de nacer lo nutre la intemeperie de la mañana a la noche hasta la hora de su muerte.

    Van ocultos por un velo que nadie ve, nadie alcanza a ver.

    En busca de cielos que no ven, que naidie ve.

    Y porque no se queden tristes las palabras van de cielo en cielo.

    -baldío que fui, que sigo siendo-

    ... y el hombre que se saca un arco iris del cuerpo

    las mercancías millonarias del anochecer de estos lugares

    cielos caminadores de esta hora

    tardecita y nosotros ocultados en su luz, en su luz vueltos, en luz desmesurados

    todavía suele venir a visitarnos, se sienta despaciosamente entre jazmines

    -cielos territoriales a esta hora.

    a tumbos las mercancías del anochecer,
    me haces un lugar en el espejo.



    fragmentos de Diario de Eleusis, de Arnaldo Calveyra

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